HISTORIA






     Se denomina Albariño a una variedad de uva blanca de Galicia que da nombre también a los vinos elaborados con esta. Se trata de un una serie de vinos de renombre, entre los que destacan los que pertenecen a la Denominación de Origen Rías Baixas y a la Indicación Geográfica Protegida: “Vino de la Tierra de Barbanza e Iria”. En otros lugares, como al norte de Portugal se le denomina a esta uva “alvarinho” y se utiliza en la fabricación del “vinho verde”.


     El Albariño forma parte de la historia de Galicia desde hace siglos cuando, en el XII, unos monjes introdujeron la uva en la comarca del Salnés (Pontevedra). Desde entonces las parras crecen a las riberas del río Umia, considerado “el padre del Albariño”. Los territorios donde se elabora este vino son varios y se dividen en varias subzonas: Val do Salnés, Condado do Tea, O Rosal, Soutomaior y Ribeira do Ulla.

     Desde siempre ha sido un vino muy preciado y, aunque en el pasado era escaso, la tradición de este vino es tal que en Cambados, la capital del Albariño, se celebra todos los veranos la Fiesta del Albariño, considerada una de las fiestas vinícolas más antiguas del país y Fiesta de Interés Turístico Nacional.


    El Albariño es considerado una de las variedades autóctonas más importantes de Galicia, dentro de las 220 variedades catalogadas. En cuanto a sus propiedades organolépticas y enológicas se le considera una variedad de uva con racimos pequeños, de maduración temprana y vigor medio. Tiene un color amarillo-palliza, brillante, con destellos dorados y verdes. Poseen aromas florales y afrutados, finos y distinguidos, que impresionan agradablemente, de intensidad media y duración media-larga. Su sabor es fresco y suave, con un grado alcohólico entre 11 y 13% Vol. Su regusto es placentero, elegante y completo.

    En sus orígenes y hasta hace relativamente poco la producción de Albariño era totalmente artesanal, fruto de la cosecha familiar o en monasterios. En los últimos años la producción vinícola del Albariño se ha disparado como reflejan las 142 bodegas actuales en la zona del Salnés (en 1987 la cifra era de 14 bodegas) inscritas en la Denominación de Origen.

Los bodegueros de las Rías Baixas coinciden en que la clave para lograr un Albariño de calidad es lograr el equilibrio perfecto entre tres factores: El suelo, el clima y la uva albariña. Casi todos los viñedos se encuentran próximos al mar, en suelos que le conciben al vino el toque de salinidad necesario. En cuanto al clima, las Rias Baixas poseen un fabuloso clima atlántico con unas temperaturas suaves y agradables todo el año y unas precipitaciones adecuadas para la pronta maduración de la uva albariña. Por último, poco más se puede decir de la uva albariña que no hayamos nombrado ya.
En conclusión, el Albariño es ya uno de los símbolos de Galicia por excelencia y una prueba para cualquier forastero de la calidad y sabor de los productos de nuestra tierra. Sin duda, una parada obligada en el camino de todo visitante de Compostela que quiera refrescar el paladar y sumergirse en la gastronomía gallega.

     La Denominación de Origen "Rías Baixas" que incluye los albariños monovarietales se divide en 5 subzonas(Salnés-O Rosal-Condado-Soutomaior y Ribeira del Ulla). En cada subzona se producen ademas de los albariños 100% otros vinos cuya composición está formada por uva tipo albariño mayoritariamente mezclada con variedades existentes en las zonas(caíño, treixadura, loureiro, etc.). Los vinos de tipo "Rosal" y "Condado do Tea" por ejemplo, están personalizados por llevar en su composición las variedades "Loureira" y "Treixadura", respectivamente. Son vinos de intensos aromas y ligera acidez, plenos en la boca, agradables y atractivos. Nada mejor para acompañar estos vinos que las truchas, anguilas, salmones, sábalos y las magníficas sollas que se pescan en el Miño.